Autor Intelectual

Mi foto
Montreal , Quebec, Canada
Detras de esta página, se encuentra Hollman Leal Gómez, amante de la buena música, de la vida y entusiasta del conocimiento músical.

sábado, 30 de septiembre de 2017

"La Petite Bourgogne" el ombligo del Jazz en Montreal.

Por: Hollman Leal Gomez

1. La Pregunta.

¿Por qué existe un gran gusto por el Jazz en Montreal? ¿Por qué existe una gran influencia musical de la población negra en esta ciudad? ¿Fue el Festival de Jazz de Montreal una estela de una tradición musical existente?
2. El encuentro con el interrogante.

El primer encuentro fue escuchar de Oliver Jones, músico, pianistas montrealés de Jazz, en un archivo sonoro de una entrevista en la sede del Festival de Jazz de Montreal en el número 400 del bulevar Maissonneuve Oeste, en pleno corazón artístico de la urbe quebequense, una declaración donde Jones afirma y explica la importancia del sector de “ La Petite Bourgogne” (que mantendremos entre comillas durante el siguiente escrito) y como se convirtió en un pequeño barrió plagado de estrellas del Jazz.

Luego la búsqueda del suburbio en el mapa de la ciudad y la correspondiente estación del metro, la llamada “George Vanier”, en la línea naranja, nombre de un reconocido político local y gobernador de Canadá, este apéndice histórico nos aproxima a un sector que se conoce en francés como “La Petite Bourgogne”, en inglés “The Little Burgundy”, traducido al español como “Pequeña borgoña” en honor a la región francesa del este de ese país y caracterizada por su riqueza vinícola. Este es nuestro entorno geográfico de una zona más parecida a un barrio que a una región. El primer objetivo luego al salir de esta estación es buscar el “Le negro comunity center”, un centro comunal exclusivo para la población negra de este sector, en este edificio se apoyó a la población menos favorecida en especial en los aspectos educativos de la población adulta y donde se permitían las expresiones culturales de los jóvenes y su respectivo seguimiento e integración a la sociedad. Este centro ejerció una acción social sin duda, una respuesta a las comunidades afrodescendientes de esclavos traídos de África enraizados en Montreal, en los siglos XVII y XVIII y de la población afro que también llego de Estados Unidos y las Antillas, al final del esclavismo, todos ellos con un elemento en común, el idioma inglés.

Originalmente el centro se estableció en una iglesia Metodista llamada “West End”, un espacio de encuentro no solo religioso, sino como ya lo mencionamos social. Pero este centro comunitario fue una herramienta para respaldar a la creciente población obrera que integraba el sector. En esta zona desde la construcción de un canal alterno al rio Saint-Laurent (San Lorenzo), el llamado canal Lachine, este permitió la instalación de diversas empresas de la industria pesada del hierro como la Canadien Pacifique y la Steel Company of Canada (Stelco), que permitía entrar y salir en sus grandes embarcaciones y atrajeron una amplia población obrera que fijo allí, entre edificios de apartamentos y comercios populares una tradición angloparlante que permitió conocer este sector como el “Harlem del norte”, en referencia a estas tradiciones y al barrio de Nueva York.

A partir de la creación de una gran estación de trenes que servía como punto de entrada a Canadá desde la costa del Atlántico de Estados Unidos, nos referimos a “Gare Windsor” y “Buenaventure”, estos puertos férreos, se convirtieron en referentes para el ingreso de una población adinerada blanca, que recurría a una clase obrera de portamaletas que en su totalidad eran negros que realizaban las labores de ayudar a bajar y a subir los pasajeros, a cargar y descargar maletas, barrer y asear baños y pasillos de las estaciones y debían hacer el aseo de los vagones del tren, esto los llevaba a tener jornadas de hasta veintiún horas obligándolos a dormir en los vagones unas escasas horas. Esto ayudo a consolidar una de las más fuertes asociaciones sindicales de Canadá, el sindicato de portamaletas, el cual fue respaldado por muchos de los usuarios del tren que en su mayoría eran blancos influyentes, abogados y médicos adinerados.
El flujo de pasajeros fue extenso, la gran mayoría proveniente de los Estados Unidos, todos con dinero y ávidos por consumir alcohol y diversión continúa. El mayor factor político y cultural fue la promulgación de la ley Volstead o comúnmente llamada la “Prohibición”, vigente entre el 17 de enero de 1920 y el 5 de diciembre de 1933, en el territorio de Estados Unidos y no así en Canadá. Esta acción política cerró las puertas a la legalidad y al consumo del alcohol y lo transformó en un acto subterráneo, que transfiguró el entorno de la ciudad de Montreal en un espectro de diversión legal, con alcohol, casinos y con expresiones musicales amplias entre ellas el Jazz de moda y otros aspectos que la vida nocturna conlleva.

Condensando esta primera parte, existen tres aspectos para tener presente para que se crease en “La Petite Bourgogne”, el corazón de la cultura jazzística de Montreal:
 La población negra venida del Caribe en busca de oportunidades y de los Estados Unidos, luego del proceso de finalización de la esclavitud, aunque antes de este suceso la libre movilidad de la población negra no esclava hacia presencia ya en esta región entorno a la inclusión y diversidad cultural canadiense.
 La ciudad de Montreal como puerto importante de desarrollo industrial y como puerto ferroviario con sus operarios en todos los niveles y toda una clase social productiva ligada a la industria siderúrgica pesada. Un centro de desarrollo económico de toda Norteamérica.
 La prohibición del alcohol en Estados Unidos entre 1920 y 1933 permitió que Montreal se posicionara como una urbe de vida nocturna activa, con ofertas de diversión, libertad de consumo de licor y variedad musical de alto nivel, ligada al estatus económico de los visitantes.

3. La rutina del visitante.
Los visitantes llegaban en lujosos vagones desde el norte de los Estados Unidos, los días viernes ávidos de diversión, lujo y claro que sí, variedad musical. Un fenómeno que permitió la presencia de grandes clubes en “La Petite Bourgogne” como resultado del liderazgo de emprendedores que combinaban la legalidad de los clubes con la ilegalidad del contrabando de whiskies y cerveza a Chicago, hecho este que les permitió tener un gran ingreso económico que luego se plasmaba en las ofertas musicales que expusieron en sus clubes. Un ejemplo fue el caribeño Rufus Rockhead, quien creo el “Rockhead Paradise”, en “La Petite Bourgogne”, generó un espacio de encuentro de inclusión, donde entorno a la riqueza circundante convirtió a Montreal en la capital de la vida nocturna, trayendo consigo a los músicos buscadores de nuevos mercados, el Jazz estaba en el aire y nutria los centros nocturnos, músicos de Nueva York, como Herb Johnson llegaban a vivir a Montreal, “The Tramp Band”, Louis Metcalf trompetista y su “The International Jazz Band”, Skypper Dean cantante, el pianista Joey Sealy sin dejar por ningún momento a un lado la gira a los clubes nocturnos del sector por parte de Duke Ellington.
En esos momentos y nos referimos a la décadas del veinte al cuarenta, la clase obrera negra era remunerada de manera poco equitativa, largas jornadas diarias y con descansos de solo 4 o 5 días al mes, llevaron la formación de un sindicato de empleados de las estaciones ferroviarias, los llamados carga maletas, despertaron en las nuevas generaciones el deseo de no repetir las historias de sus padres, pues los hombres se ocupaban en las empresas siderúrgicas y los trenes, por su parte las mujeres se dedicaban a trabajar para otros en las tareas domésticas, siendo sus hijos dejados en guarderías del barrio.
Uno de esos portamaletas llamado Daniel, en cierto momento tuvo una conversación con uno de sus hijos llamado Oscar, este le dijo, que jamás él sería un portamaletas, que el haría algo diferente de su vida y lo que haría era tocar el piano, hablamos de Oscar Peterson (15 de agosto de 1925 en Montreal- 23 de diciemre de 2007 en Missisuaga Ontario), uno de los más influyentes pianistas del Jazz, nacido en el sector de la “Petite Bourgogne”. Un prodigio fruto de una familia musical, quien comienza su carrera bajo la dirección de su padre quien a pesar de tener una exigente rutina de trabajo en la estación del tren como carga maletas, dirigía con sus hijos una agrupación musical que se presentaba en las iglesias del sector. Se inició en la trompeta a los cinco años pero luego se decidió por el piano teniendo en su hermana mayor Daisy una profesora y quien más tarde sería reconocida en el ambiente de la comunidad negra montrealés como una gran profesora de piano, también su hermano Chuck se convertiría en un trompetista reconocido, incluyendo a su hermana May, quien sería la encargada de administrar la carrera de Oscar Peterson, mucho más tarde. Fue así como su familia dio el salto a otro tipo de ambientes laborales distintos a la siderúrgica y la estación de trenes.
Oscar Peterson tuvo en su hermana Daisy su primera formación musical como ya los dijimos pero más tarde en su adolescencia recibiría clases de maestros de formación clásica como Louis Hooper antiguo pianista de rag time en Nueva York y Paul de Marky pianista concertista, adicionalmente formado en el conservatorio de música de Montreal.

Su carrera toma rumbo cuando a los 14 años de edad gana un concurso de música de un reconocido personaje de la radio montrealés y gana $250 dólares que le permiten continuar su formación y gracias a ese triunfo ingresa al mundo de la radio haciendo programas musicales de Jazz, logrando reconocimiento por su técnica, velocidad y virtuosismo en las escena local. Peterson se sintió influenciado por los pianistas Nat King Cole y Ted Wilson, pero sobre todo por su ídolo Art Tatum. Su carrera musical toma un camino hacia los Estados Unidos a través de Jimmie Lucenford y Count Basie, aunque sus padres consideran que es muy joven para dejar sus estudios, regresa nuevamente a Montreal donde integra la agrupación de Johny Holmes, Peterson dejas sus estudios y les dice a sus padres que lo hace no solo para ser un pianista más sino para convertirse en el mejor.
De 1945 a 1949 realiza sus grabaciones con la RCA, donde plasma su gran gusto por el Boogie-boogie y luego por el be-bop. En 1949 gracias a la gestión del empresario Norman Granz, propietario del sello Verve, Peterson comienza su gira con “El Jazz y la Filarmónica”, entre 1950 y 1952, arraigándose en el publico estadounidense, convirtiéndolo en uno de los sonidos e imágenes del Jazz más reconocidos en ese país en las décadas del cincuenta y sesenta, a la vez forma un trio que se considera la mejor formación por su acople y rítmica, esto de acuerdo a la crítica de la época y a la revista “DownBeat”, el trio PIANO-CONTRABAJO-GUITARRA (Peterson, Ray Brown contrabajista y el guitarrista Herb Ellis). Peterson enarbola la bandera de la lucha por la igualdad racial, por la virtuosa colaboración musical con otros artistas, por el trabajo profundo en la producción musical del Jazz, llamado el “bombardero marrón del boogie-boogie”, “el pianista de las cuatro manos”, “el marajá del teclado”, quien le abriría campo a los músicos de su generación formados en principio por los conocimientos de su hermana Daisy, nos referimos a Oliver Jones, Joe Sealy y Reg Wilson, quienes extenderían esta explosión musical del jazz canadiense nacido en el barrio de la “Pequeña Borgoña” como lo diríamos en español.
El gran aporte de Peterson al Jazz, fue su estilo relevante, rápido, ágil, preciso, el mismo que fascino al público de los Estados Unidos por dos años en una gira que sirvió para popularizar el género por todo ese país. Con reconocimientos musicales en su trayectoria como el premio Juno en Canadá o los ocho premios Grammy en Estados Unidos, destacaron su producción con más de doscientos álbumes grabados para otros artistas como Ella Fitzgerald, Dizzy Gillespie, Billie Holiday y Louis Armstrong.

Oscar Peterson revindica el valor de su cultura negra, del hijo del inmigrante, del estudioso musical, del hombre del barrio de la gran urbe, del líder de una generación que deseaba romper con un sistema de explotación laboral de su tiempo.
Esta era una gran influencia para una ciudad que amaba el Jazz, que se convirtió en un punto de visita de giras y eventos de músicos que desembocó posteriormente en la necesidad de reunir todas esas presentaciones en un solo evento anual, en mostrar al mundo el interés y la cultura existente por más de cincuenta años en dicha urbe. Fue así como en 1979 dos visionarios nacidos en Montreal, Alain Simard y André Ménard quienes en 1979 organizaron un primer festival de Jazz, pero no fue concretado por motivos económicos. Solo hasta 1980 fue realizada su primera edición con el deseo de crear una organización sin ánimo de lucro. Sin más preámbulos el festival de artes de mayor importancia de Canadá, uno de los eventos de Jazz de mayor relevancia en lo que a festivales se refiere, treinta y siete años continuos de conciertos gratuitos y pagos, fruto de la tradición circundante en teatros, bares y pequeños festivales regionales. Hoy por hoy el centro fundamental de la cultural del Jazz a nivel mundial en el verano del hemisferio norte.
4. Y hay que concluir.
• La Pequeña Borgoña, es el punto de encuentro anglófono de los pueblos negros del Caribe y venidos de los Estados Unidos luego del capítulo de esclavitud, que descubrieron un espacio económico para comenzar sus vidas.
• La liberalidad causada por la “No” prohibición de licor en la ciudad de Montreal en Quebec, Canadá, trajo consigo una población económicamente fuerte proveniente del norte de Estados Unidos, que seguía una oferta de sitios nocturnos con música en vivo, una oferta gastronómica elegante y a su vez permitió que los locales desarrollaran un negocio entorno a la cultura del Jazz, por medio de los músicos nacidos en esa ciudad tales como Oscar Peterson, Oliver Jones, Joe Sealy y Reg Wilson y las estrellas que llegaron a realizar sus presentaciones allí.

• El nacimiento y formación de una generación de músicos oriundos del barrio “La Petite Borgogne” permitió extender la tradición jazzística de los años cuarenta y cincuenta por todo Norteamérica, con giras y agrupaciones que integraron los músicos nacidos allí. La música permitió romper con el sistema de explotación laboral establecida en este tiempo, pues muchas familias se vincularon a los negocios relacionados con el espectáculo y la oferta gastronómica.
• El Festival Internacional de Jazz de Montreal, nace como respuesta a años de tradición en presentaciones y espectáculos en esa ciudad, como una oportunidad de trascender y establecer un punto obligado dentro de la cultura de Jazz mundial, centrando en unas fechas todo el valor que esa música representa para la cultura de esa ciudad y claro que si para un país entero.


Bibliografía y fuentes:
http://encyclopediecanadienne.ca/fr/article/oscar-peterson/
https://mesquartiers.wordpress.com/2015/05/10/la-petite-bourgogne/
http://archivesdemontreal.com/2014/12/18/les-quartiers-disparus-de-montreal-la-petite-bourgogne-1965-1967/
http://ville.montreal.qc.ca/portal/page?_pageid=7757,85323580&_dad=portal&_schema=PORTAL