TROPICO Y CLASICO Tu ventana al mundo del Rock-Jazz-Salsa
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Autor Intelectual
- TROPICOYCLASICO Tu ventana al mundo del Rock, Jazz y Salsa. www.tropicoyclasico.com
- Montreal , Quebec, Canada
- Detras de esta página, se encuentra Hollman Leal Gómez, amante de la buena música, de la vida y entusiasta del conocimiento músical.
viernes, 21 de julio de 2023
Megadeth, en concierto, danos el "trash" de cada día.
Por: Hollman Leal Gomez
Mayo 25 de 2023
De nuevo en un concierto, un nuevo encuentro mayo 11 de 2023 y hablo de Megadeth, quien se presentó en Place Bell, en la ciudad de Laval, junto a la ciudad de Montreal, en la provincia de Quebec, en Canadá, clima agradable en primavera dieciséis grados centígrados, soleado.
El concierto tuve la oportunidad de compartirlo en la mejor compañía con mi hija Sofia, ella tampoco había tenido la oportunidad de ver a este grupo con anterioridad, el ingreso al concierto tranquilo, aunque con dificultad de estacionamiento y con la curiosidad de encontrarme un vendedor en la calle, cosa extraña en estas tierras, vendiendo camisetas de Megadeth, en la fila de los que entran al centro de eventos, difícil labor le espera en una cultura que prefiere los objetos contramarcados y originales.
Ingresamos y que gran sorpresa, mi hija y yo tuvimos la oportunidad de ubicarnos de acuerdo con nuestras boletas en un palco en último piso, una vista y un sonido verdaderamente agradables.
La banda que abrió el concierto puntualmente como es la costumbre, a las 7:00 p.m., fue Oni, una banda canadiense de metal progresivo, liderada por el cantante Jack Oni, banda que fundó en 2014, su presentación contó con siete canciones en aproximadamente una hora y cinco minutos.
Luego de un breve receso y una banda irrumpe en el escenario, la originaria de Bridgend, en el país de Gales, Gran Bretaña, quien haciendo alarde de su trayectoria y experiencia presentó diez temas con esa particular mezcla de emo, trash metal y hardcore que los hace destacar.
El escenario completo aproximadamente 11500 personas, expectativa como siempre muy alta, venían de tocar la noche anterior en la capital de la provincia, en la ciudad de Quebec y luego irían a Moncton en la vecina provincia de de New Brunswick.
Catorce canciones interpretadas de distintos álbumes, la cortina se desprende de las grandes pantallas y ahí esta el escenario, con el público ávido de ver sus iconos, todo comienza con Hangar 18, del reconocido Rust in Peace, luego continua el tema Dread and the fugitive mind, del albúm The World needs a hero, Angry Again del álbum de 1993, Last Action hero, como tercer tema; un breve espacio y We´ll be back de su reciente albúm 2022, The sick, the dyng the dead.
Mustaine le pregunta al público ¿Quién esta allí por primera vez? Y los invita a disfrutar un bloque de Wake up dead, in my darkest hour, sweating bullets y la euforia y la emoción apremian, luego se empalman dos super clásicos Trust y el tema que todos los asistentes al concierto en esta provincia corean por ser una mezcla de ingles y francés, a Tout le monde, conectándose con Tornado of Souls, llevandonos a Symphony of destruction, eso si sin el espíritu latinoamericano que nos caracteriza y hace que sean los únicos latinos los que griten, “Aguante, Megadeth”.
Es la hora del final del concierto, llega Peace Sells, de su álbum homónimo, luego de un silencio, finalizan la presentación con Mechanix y por último Holy Wars del albúm Rust in peace. Una hora y siete minutos, concierto calmado, variado y algunos críticos en redes dirían que frio con el público.
Desde nuestra postura Megadeth, llega a nuevas generaciones, mantiene su personalidad e incluye sus nuevas producciones en el concierto, coherente con su estilo, el trash está presente y nos hace falta en estos días.
Fotografías cortesía de: Marie Demeire / @mariegoestoshows
Hollman Leal Gómez
lunes, 29 de mayo de 2023
Geoff Tate: Al encuentro de la creatividad, el origen de Operation Mindcrime.
Por: Hollman Leal Gómez
Director de TropicoyClasico Radio https://www.facebook.com/tropicoyclasico/
Nos dirigimos al año de mil novecientos ochenta y seis, esta agrupación sirvió de banda invitada para tres agrupaciones distintas, en sus giras por Europa, Canada y Estados Unidos y hago referencia a la agrupación estadounidense de Queensrÿche, una de las bases de denominado metal progresivo.
En ese año luego de acompañar a Bon Jovi, AC/DC y Ozzy Osborne, terminan su trasegar musical en el mes de noviembre. De esta manera todos los músicos quedan en libertad y su voz líder y compositor Goeff Tate, decide entregar el apartamento que tenía en compañía con otro de los miembros de la banda. Se encontraba él, en un momento de desconcierto personal y musical y de expectativa al no saber a dónde ir. De esta manera y luego de una fiesta de despedida de AC/DC, acepta la invitación de dos quebequenses, para que viva en un apartamento en Montreal en la avenida Papineau, allí a poca distancia había un bar frecuentado por estudiantes de la Universidad de Quebec en Montreal (U.Q.A.M). En ese momento Tate tenía veintisiete años y caminaba por la ciudad a la espera de que algo ocurriera, de igual manera frecuentaba la terraza del bar Saint-Sulpice, allí mismo cuenta Tate, que paso varias semanas con su cuaderno en blanco, pero ese lugar, las personas que lo frecuentaban y sus continuas caminatas ser convirtieron en el crisol mágico de inspiración y pensamientos que Geoff Tate buscaba.
Eran tiempos de movimientos históricos y luchas políticas en la provincia de Quebec, en Canada, artistas e intelectuales, al igual que estudiantes, se reunían en el número 1680 de la calle Saint-Denis para hablar y comentar del Frente de Liberación de Quebec y el movimiento Soberanistas que buscaba la independencia de la provincia de Canada.
Cuenta Geoff Tate su experiencia en esos días: una tarde fría se dirigía al supermercado y comenzó a escuchar en la distancia un coro en una iglesia, justo al otro lado de la calle, decidió entrar y escuchar el coro, repentinamente sintió la necesidad de escribir, acción esta que realizó durante treinta o cuarenta minutos, ya instalado de nuevo en su apartamento inició con “Operation Mindcrime”. Este álbum es la más importante realización de esta agrupación, Queensrÿche, ya que les permitió definir su estilo en el mundo del Metal y los ubica según la revista Rolling Stone, en el puesto número sesenta y siete de los mejores álbumes de la historia del metal.
Geoff Tate no hablaba francés y esto hacia el ambiente particular, el hecho de escuchar a las personas, de observar detenidamente y encontrar en todos ellos un personaje singular, un cliente del bar, con cara de niño, pero a su vez un rostro para tenerle cuidado, las personas se le acercaban y le hacían consultas, ante lo que él, les respondía con frases cortas, como si de alguna manera les encomendara misiones, allí nació en ese instante “Doctor X”, personaje central del álbum, quien junto con “Nikki”, como personaje protagónico, será la victima de este gurú mediático que busca derrocar el gobierno.
Mucho mas tarde Geoff Tate y Chris Degarmo terminarían con la composición del álbum completo, luego regresaron con toda la banda a grabar el álbum en la población de Morin-Heights, de nuevo en Quebec, en el famoso Le Studio, situación esta que el mismo Geoff Tate recuerda de manera particular: “La primera vez que pisé el estudio, me sentí como si estuviera en un centro de control de la N.A.S.A”, es claro que por la cantidad de equipos y computadoras que era aún raro encontrar en esos días en los estudios de grabación.
Años más tarde Tate regresó a Montreal y visitó el mismo bar Le Saint-Sulpice, pero ya no era el mismo lugar, pantallas, luces, era otro ambiente, solo atinó a comentarles a las personas que lo acompañaban: “En mi tiempo, era un pozo sin fondo para espíritus bohemios en busca de inspiración”. En estos momentos el bar se encuentra cerrado y pronto será vendido para otras funciones distintas a la original, la de servir de punto de encuentro y diversión.
Es momento de volver a escuchar Operation Mindcrime, encontrarnos con los sonidos y las notas que componen este ejercicio de creatividad y búsqueda personal, por medio de un álbum conceptual, del manejo de una idea coherente y claramente social, de un genio de la composición y una voz única y poderosa, Geoff Tate y Queensrÿche.
martes, 10 de enero de 2023
JAZZ FORUM ALL STARS, dejémos que la música sea, la que despida la noche.
Qué mejor oportunidad para cerrar el año del cincuentenario del autor de esta nota y concluir a su vez con los dieciocho años de TROPICOYCLASICO radio y así, escuchando una “All stars” de Jazz. El sitio, Jazz Forum, en la pequeña localidad de Tarrytown, en el condado de Westchester, en el estado de Nueva York, en Estados Unidos, la hora: 9:30 p.m y el día, el 30 de diciembre de 2022, oportunidad única de vivir esta experiencia musical en un sitio que cuenta con una cálida y sencilla acústica, el aforo completo en el club, por parte de los recurrentes clientes, amantes de este género musical. Esa noche se presentaba un quinteto liderado por el dueño de casa Mark Morganelli, trompetista, empresario y productor musical, en el piano Helen Sung, reconocida en la revista Downbeat con su álbum, "Quartet +" como uno de los mejores del 2021, en el bajo, David “Happy” Williams, acompañante recurrente de Cedar Wilson y Ornette Coleman, en el saxofón tenor, el conocido en el mundo del Jazz como el jefe, por su versatilidad y alcance a la hora de compartir en escena y en el estudio, con más de setenta y cinco álbumes, hablamos de Houston Person, recordado por la larga sociedad con Jhonny Hammond y Etta Jones. Cerrando esta banda de estrellas, en la batería, Billie Hart, con una extensa trayectoria que lo llevó a tocar con Jimmy Smith, Wes Montgomery, Eddie Harris, and Pharoah Sanders, Herbie Hankcock, Stan Getz, Gerry Mulligan, Billy Harper, Clark Terry y participó en la grabación de los álbumes Big Fun y On the corner con Miles Davis.
JAZZ FORUM ALL STARS, 30 de diciembre de 2022, Tarrytown, NY. U.S.A.
Una hora y media del Jazz clásico de la mano de temas como Perdido de Duke Ellington y Nica´s dreams de Horace Silver, una marca sonora determinante, un sonido para nunca olvidar, buena noche de Jazz.
sábado, 21 de octubre de 2017
“Démosle una oportunidad a la PAZ”: John Lennon, la historia de una malograda grabación.
Por: Hollman Leal Gómez
En el principio hay un tema musical, “Paz en la Tierra”, publicado el 1 de octubre de 2007, con esas guitarras eléctricas tan profundas y bien arregladas, con la distorsión exacta como lo hace Chucho Merchán, el bajista colombiano, fundamental del Rock anglo de los años ochenta y noventa, el cultor de causas animalistas y el productor de Fito Páez y Robi Draco Rosa, entre los más reconocidos. Existe una singularidad en este tema musical y es que la introducción se realiza con los coros de “Give peace a chance” de John Lennon de la grabación hecha en 1969, en esa gira que realizara por algunas ciudades de Norteamérica y donde desde una cama invitara al mundo a cambiar.
Esta particular introducción, completaba mi hallazgo mental y geográfico de tres sitios icónicos de la ciudad de Montreal que aportan al mundo de la música, haciéndola particular y única como referente histórico. Primero me refiero a la ciudad donde nació y se formó Leonard Cohen, en el sector de Westmount. El segundo encuentro fue con el barrio negro elemental para la comprensión y el desarrollo del Jazz en la época de la prohibición del licor en los Estados Unidos y que se convirtió en el área obligada para la buena música me refiero a la “Petite Bourgogne”. Y el tercero lo constituía la otra pieza del trébol que encontraba en esta ciudad de la provincia de Quebec y era encontrar el sitio donde se grabó el tema de John Lennon.
HOTEL FAIRMONT REINA ISABEL
El tema “Give peace a chance”, fue grabado en la habitación 1742 del Hotel Reina Isabel de la cadena Fairmont y ubicado en el sector de Ville-Marie de Montreal. El siguiente paso era conocer el hotel y la habitación donde se grabó este tema clásico, este hotel que visitaban las personalidades que llevan a esta urbe. Su ubicación, hace referencia a encontrarse entre dos estaciones del metro “Square Victoria” y “Bonaventure”, toda esta búsqueda realizada en la primavera del 2017, con pleno desconocimiento que el hotel estaba en remodelación desde el año anterior y solo hasta julio de 2017 se estaría haciendo entrega de la obra. Al preguntar al encargado por la habitación la primera respuesta fue que no podíamos ingresar, porque la habitación y todo el piso habían sido destruidos para dar paso a la nueva estructura posterior a la remodelación. Pero allí estábamos ante un simbólico lugar que sirvió de laboratorio al idealismo del hipismo de los años sesenta y la producción musical de la época.
André Perry y John Lennon. El dia de la grabación 1 de junio de 1969.
John Lennon y su compañera entonces la escultora Yoko Ono, diseñaron una campaña llamada “Bed-in”, “en la cama” o “encamados”, que era una manera de hacer una exposición a los medios y a la vez protestar contra la guerra. La primera jornada se hizo en Ámsterdam del 25 al 31 de marzo de 1969 y la segunda estuvo planeada para Nueva York pero las autoridades de migración de Estados Unidos negaron el ingreso por la condena que recibió Lennon en Londres en el año anterior por consumo de marihuana. Decidió entonces la pareja Lenon-Ono realizar su protesta en la ciudad de Montreal por estar más cerca de la frontera con los Estados Unidos. Una vez ahí se instalaron en el Hotel Reina Isabel administrado por la cadena hotelera Fairmont, en la habitación 1742, desde el 26 de mayo hasta 2 de junio. Allí invitaron periodista durante todo el tiempo, personalidades de la música, de las artes y la política pasaron por ahí. En una de las constantes entrevistas un periodista pregunto a Lennon, ¿Qué es lo que están buscando?, a lo que Lennon respondió directamente: “All we are saying is give peace a chance”, traducido diría: “Todo lo que estamos diciendo es darle a la paz una oportunidad”. Esta frase llamo la atención de Lennon quien la empezó a trabajar como el estribillo de una canción.
BED-IN MONTREAL 1969
El primero de junio de 1969, se comienza a plasmar el tema, la idea es utilizar una grabadora de cinta marca “Scully” de cuatro pistas con una consola de ocho pistas marca “Ampex 3” alquiladas en la RCA Victor de la ciudad, el responsable seria el ingeniero André Perry a quien encargaron de la realización y ubicación de micrófonos, Lennon interesado en que todos los asistentes participaran en el tema, escribió en las paredes sobre carteles, el coro del tema. Al momento de comenzar la grabación los invitados harían parte de los coros dentro de la canción, que en si es un himno con un estribillo que se repite varias veces casi como un mantra religioso y que gracias a las palmas que se asemeja a una percusión logra el ritmo del tema. Voces, murmullos, Lennon en la guitarra principal, el humorista Tommy Smothers haría la segunda guitarra y una pandereta estaría presente en las manos de Yoko Ono y su pequeña hija. Luego de varias tomas André Perry, retoma con John Lennon una grabación adicional con la voz de él de manera individual, de esta manera termina la grabación.
Lennon, Ono y Tommy Smothers, el dia de la grabación.
André Perry como responsable recoge las cintas y parte a su estudio de grabación en la pequeña ciudad de Brossard, junto a Montreal, allí a la media noche comienza a escuchar las grabaciones y descubre que estas tienen un pésima calidad solo el 20% de su estructura puede rescatarse y es ahí donde toma la decisión de depurar la voz de John Lennon, reducir las voces del entorno y utilizar una caneca de la basura plástica que tenía a mano para hacer el ritmo de percusión. Las voces serian otra historia, pues gracias a los trabajos hechos por músicos locales que despuntaban su carrera en esos tiempos, como: Lindberg y Robert Charlevoix se lograrían los coros claros que se escuchan durante toda la canción y que Perry afirma si se escucha con detenimiento es posible sentir el acento quebequense claramente. Fue muy curioso decía André Perry al referirse al momento en el que llamó a los músicos para que le acompañaran en la grabación pues ninguno le daba la razón sobre la situación y creían que sencillamente era una broma aquello de grabar en un tema con John Lennon.
André Perry en años posteriores, como un gran realizador y productor musical.
Trabajo terminado y un himno del movimiento pacifista, un éxito más para Lennon y compañía, pero para André Perry no hubo dinero por parte de los productores sin embargo por solicitud del mismo Lennon se incluyó, el nombre la dirección del estudio donde fue realizado el tema y como Perry lo afirma en las entrevistas esta fue la mejor tarjeta de presentación para quien sería en adelante uno de los creadores de un estilo de grabación en su famoso “Le Studio”, por donde pasarían muchas de las más importantes estrellas del mundo del Rock de los años setentas y ochentas, pero esa será la temática de otra narración, por ahora démosle una oportunidad a la paz.
El nombre de Perry, la dirección de su estudio. La mejor tarjeta de negocios para un ingeniero de sonido.
Referencias bibliograficas:
http://www.journaldemontreal.com/2014/05/23/la-vraie-histoire-de-igive-peace-a-chance/i
http://andreperrystudio.com/biography/index.php?lang=fr
www.discogs.com
En el principio hay un tema musical, “Paz en la Tierra”, publicado el 1 de octubre de 2007, con esas guitarras eléctricas tan profundas y bien arregladas, con la distorsión exacta como lo hace Chucho Merchán, el bajista colombiano, fundamental del Rock anglo de los años ochenta y noventa, el cultor de causas animalistas y el productor de Fito Páez y Robi Draco Rosa, entre los más reconocidos. Existe una singularidad en este tema musical y es que la introducción se realiza con los coros de “Give peace a chance” de John Lennon de la grabación hecha en 1969, en esa gira que realizara por algunas ciudades de Norteamérica y donde desde una cama invitara al mundo a cambiar.
Esta particular introducción, completaba mi hallazgo mental y geográfico de tres sitios icónicos de la ciudad de Montreal que aportan al mundo de la música, haciéndola particular y única como referente histórico. Primero me refiero a la ciudad donde nació y se formó Leonard Cohen, en el sector de Westmount. El segundo encuentro fue con el barrio negro elemental para la comprensión y el desarrollo del Jazz en la época de la prohibición del licor en los Estados Unidos y que se convirtió en el área obligada para la buena música me refiero a la “Petite Bourgogne”. Y el tercero lo constituía la otra pieza del trébol que encontraba en esta ciudad de la provincia de Quebec y era encontrar el sitio donde se grabó el tema de John Lennon.
HOTEL FAIRMONT REINA ISABEL
El tema “Give peace a chance”, fue grabado en la habitación 1742 del Hotel Reina Isabel de la cadena Fairmont y ubicado en el sector de Ville-Marie de Montreal. El siguiente paso era conocer el hotel y la habitación donde se grabó este tema clásico, este hotel que visitaban las personalidades que llevan a esta urbe. Su ubicación, hace referencia a encontrarse entre dos estaciones del metro “Square Victoria” y “Bonaventure”, toda esta búsqueda realizada en la primavera del 2017, con pleno desconocimiento que el hotel estaba en remodelación desde el año anterior y solo hasta julio de 2017 se estaría haciendo entrega de la obra. Al preguntar al encargado por la habitación la primera respuesta fue que no podíamos ingresar, porque la habitación y todo el piso habían sido destruidos para dar paso a la nueva estructura posterior a la remodelación. Pero allí estábamos ante un simbólico lugar que sirvió de laboratorio al idealismo del hipismo de los años sesenta y la producción musical de la época.
André Perry y John Lennon. El dia de la grabación 1 de junio de 1969.
John Lennon y su compañera entonces la escultora Yoko Ono, diseñaron una campaña llamada “Bed-in”, “en la cama” o “encamados”, que era una manera de hacer una exposición a los medios y a la vez protestar contra la guerra. La primera jornada se hizo en Ámsterdam del 25 al 31 de marzo de 1969 y la segunda estuvo planeada para Nueva York pero las autoridades de migración de Estados Unidos negaron el ingreso por la condena que recibió Lennon en Londres en el año anterior por consumo de marihuana. Decidió entonces la pareja Lenon-Ono realizar su protesta en la ciudad de Montreal por estar más cerca de la frontera con los Estados Unidos. Una vez ahí se instalaron en el Hotel Reina Isabel administrado por la cadena hotelera Fairmont, en la habitación 1742, desde el 26 de mayo hasta 2 de junio. Allí invitaron periodista durante todo el tiempo, personalidades de la música, de las artes y la política pasaron por ahí. En una de las constantes entrevistas un periodista pregunto a Lennon, ¿Qué es lo que están buscando?, a lo que Lennon respondió directamente: “All we are saying is give peace a chance”, traducido diría: “Todo lo que estamos diciendo es darle a la paz una oportunidad”. Esta frase llamo la atención de Lennon quien la empezó a trabajar como el estribillo de una canción.
BED-IN MONTREAL 1969
El primero de junio de 1969, se comienza a plasmar el tema, la idea es utilizar una grabadora de cinta marca “Scully” de cuatro pistas con una consola de ocho pistas marca “Ampex 3” alquiladas en la RCA Victor de la ciudad, el responsable seria el ingeniero André Perry a quien encargaron de la realización y ubicación de micrófonos, Lennon interesado en que todos los asistentes participaran en el tema, escribió en las paredes sobre carteles, el coro del tema. Al momento de comenzar la grabación los invitados harían parte de los coros dentro de la canción, que en si es un himno con un estribillo que se repite varias veces casi como un mantra religioso y que gracias a las palmas que se asemeja a una percusión logra el ritmo del tema. Voces, murmullos, Lennon en la guitarra principal, el humorista Tommy Smothers haría la segunda guitarra y una pandereta estaría presente en las manos de Yoko Ono y su pequeña hija. Luego de varias tomas André Perry, retoma con John Lennon una grabación adicional con la voz de él de manera individual, de esta manera termina la grabación.
Lennon, Ono y Tommy Smothers, el dia de la grabación.
André Perry como responsable recoge las cintas y parte a su estudio de grabación en la pequeña ciudad de Brossard, junto a Montreal, allí a la media noche comienza a escuchar las grabaciones y descubre que estas tienen un pésima calidad solo el 20% de su estructura puede rescatarse y es ahí donde toma la decisión de depurar la voz de John Lennon, reducir las voces del entorno y utilizar una caneca de la basura plástica que tenía a mano para hacer el ritmo de percusión. Las voces serian otra historia, pues gracias a los trabajos hechos por músicos locales que despuntaban su carrera en esos tiempos, como: Lindberg y Robert Charlevoix se lograrían los coros claros que se escuchan durante toda la canción y que Perry afirma si se escucha con detenimiento es posible sentir el acento quebequense claramente. Fue muy curioso decía André Perry al referirse al momento en el que llamó a los músicos para que le acompañaran en la grabación pues ninguno le daba la razón sobre la situación y creían que sencillamente era una broma aquello de grabar en un tema con John Lennon.
André Perry en años posteriores, como un gran realizador y productor musical.
Trabajo terminado y un himno del movimiento pacifista, un éxito más para Lennon y compañía, pero para André Perry no hubo dinero por parte de los productores sin embargo por solicitud del mismo Lennon se incluyó, el nombre la dirección del estudio donde fue realizado el tema y como Perry lo afirma en las entrevistas esta fue la mejor tarjeta de presentación para quien sería en adelante uno de los creadores de un estilo de grabación en su famoso “Le Studio”, por donde pasarían muchas de las más importantes estrellas del mundo del Rock de los años setentas y ochentas, pero esa será la temática de otra narración, por ahora démosle una oportunidad a la paz.
El nombre de Perry, la dirección de su estudio. La mejor tarjeta de negocios para un ingeniero de sonido.
Referencias bibliograficas:
http://www.journaldemontreal.com/2014/05/23/la-vraie-histoire-de-igive-peace-a-chance/i
http://andreperrystudio.com/biography/index.php?lang=fr
www.discogs.com
sábado, 30 de septiembre de 2017
"La Petite Bourgogne" el ombligo del Jazz en Montreal.
Por: Hollman Leal Gomez
1. La Pregunta.
¿Por qué existe un gran gusto por el Jazz en Montreal? ¿Por qué existe una gran influencia musical de la población negra en esta ciudad? ¿Fue el Festival de Jazz de Montreal una estela de una tradición musical existente?
2. El encuentro con el interrogante.
El primer encuentro fue escuchar de Oliver Jones, músico, pianistas montrealés de Jazz, en un archivo sonoro de una entrevista en la sede del Festival de Jazz de Montreal en el número 400 del bulevar Maissonneuve Oeste, en pleno corazón artístico de la urbe quebequense, una declaración donde Jones afirma y explica la importancia del sector de “ La Petite Bourgogne” (que mantendremos entre comillas durante el siguiente escrito) y como se convirtió en un pequeño barrió plagado de estrellas del Jazz.
Luego la búsqueda del suburbio en el mapa de la ciudad y la correspondiente estación del metro, la llamada “George Vanier”, en la línea naranja, nombre de un reconocido político local y gobernador de Canadá, este apéndice histórico nos aproxima a un sector que se conoce en francés como “La Petite Bourgogne”, en inglés “The Little Burgundy”, traducido al español como “Pequeña borgoña” en honor a la región francesa del este de ese país y caracterizada por su riqueza vinícola. Este es nuestro entorno geográfico de una zona más parecida a un barrio que a una región. El primer objetivo luego al salir de esta estación es buscar el “Le negro comunity center”, un centro comunal exclusivo para la población negra de este sector, en este edificio se apoyó a la población menos favorecida en especial en los aspectos educativos de la población adulta y donde se permitían las expresiones culturales de los jóvenes y su respectivo seguimiento e integración a la sociedad. Este centro ejerció una acción social sin duda, una respuesta a las comunidades afrodescendientes de esclavos traídos de África enraizados en Montreal, en los siglos XVII y XVIII y de la población afro que también llego de Estados Unidos y las Antillas, al final del esclavismo, todos ellos con un elemento en común, el idioma inglés.
Originalmente el centro se estableció en una iglesia Metodista llamada “West End”, un espacio de encuentro no solo religioso, sino como ya lo mencionamos social. Pero este centro comunitario fue una herramienta para respaldar a la creciente población obrera que integraba el sector. En esta zona desde la construcción de un canal alterno al rio Saint-Laurent (San Lorenzo), el llamado canal Lachine, este permitió la instalación de diversas empresas de la industria pesada del hierro como la Canadien Pacifique y la Steel Company of Canada (Stelco), que permitía entrar y salir en sus grandes embarcaciones y atrajeron una amplia población obrera que fijo allí, entre edificios de apartamentos y comercios populares una tradición angloparlante que permitió conocer este sector como el “Harlem del norte”, en referencia a estas tradiciones y al barrio de Nueva York.
A partir de la creación de una gran estación de trenes que servía como punto de entrada a Canadá desde la costa del Atlántico de Estados Unidos, nos referimos a “Gare Windsor” y “Buenaventure”, estos puertos férreos, se convirtieron en referentes para el ingreso de una población adinerada blanca, que recurría a una clase obrera de portamaletas que en su totalidad eran negros que realizaban las labores de ayudar a bajar y a subir los pasajeros, a cargar y descargar maletas, barrer y asear baños y pasillos de las estaciones y debían hacer el aseo de los vagones del tren, esto los llevaba a tener jornadas de hasta veintiún horas obligándolos a dormir en los vagones unas escasas horas. Esto ayudo a consolidar una de las más fuertes asociaciones sindicales de Canadá, el sindicato de portamaletas, el cual fue respaldado por muchos de los usuarios del tren que en su mayoría eran blancos influyentes, abogados y médicos adinerados.
El flujo de pasajeros fue extenso, la gran mayoría proveniente de los Estados Unidos, todos con dinero y ávidos por consumir alcohol y diversión continúa. El mayor factor político y cultural fue la promulgación de la ley Volstead o comúnmente llamada la “Prohibición”, vigente entre el 17 de enero de 1920 y el 5 de diciembre de 1933, en el territorio de Estados Unidos y no así en Canadá. Esta acción política cerró las puertas a la legalidad y al consumo del alcohol y lo transformó en un acto subterráneo, que transfiguró el entorno de la ciudad de Montreal en un espectro de diversión legal, con alcohol, casinos y con expresiones musicales amplias entre ellas el Jazz de moda y otros aspectos que la vida nocturna conlleva.
Condensando esta primera parte, existen tres aspectos para tener presente para que se crease en “La Petite Bourgogne”, el corazón de la cultura jazzística de Montreal:
La población negra venida del Caribe en busca de oportunidades y de los Estados Unidos, luego del proceso de finalización de la esclavitud, aunque antes de este suceso la libre movilidad de la población negra no esclava hacia presencia ya en esta región entorno a la inclusión y diversidad cultural canadiense.
La ciudad de Montreal como puerto importante de desarrollo industrial y como puerto ferroviario con sus operarios en todos los niveles y toda una clase social productiva ligada a la industria siderúrgica pesada. Un centro de desarrollo económico de toda Norteamérica.
La prohibición del alcohol en Estados Unidos entre 1920 y 1933 permitió que Montreal se posicionara como una urbe de vida nocturna activa, con ofertas de diversión, libertad de consumo de licor y variedad musical de alto nivel, ligada al estatus económico de los visitantes.
3. La rutina del visitante.
Los visitantes llegaban en lujosos vagones desde el norte de los Estados Unidos, los días viernes ávidos de diversión, lujo y claro que sí, variedad musical. Un fenómeno que permitió la presencia de grandes clubes en “La Petite Bourgogne” como resultado del liderazgo de emprendedores que combinaban la legalidad de los clubes con la ilegalidad del contrabando de whiskies y cerveza a Chicago, hecho este que les permitió tener un gran ingreso económico que luego se plasmaba en las ofertas musicales que expusieron en sus clubes. Un ejemplo fue el caribeño Rufus Rockhead, quien creo el “Rockhead Paradise”, en “La Petite Bourgogne”, generó un espacio de encuentro de inclusión, donde entorno a la riqueza circundante convirtió a Montreal en la capital de la vida nocturna, trayendo consigo a los músicos buscadores de nuevos mercados, el Jazz estaba en el aire y nutria los centros nocturnos, músicos de Nueva York, como Herb Johnson llegaban a vivir a Montreal, “The Tramp Band”, Louis Metcalf trompetista y su “The International Jazz Band”, Skypper Dean cantante, el pianista Joey Sealy sin dejar por ningún momento a un lado la gira a los clubes nocturnos del sector por parte de Duke Ellington.
En esos momentos y nos referimos a la décadas del veinte al cuarenta, la clase obrera negra era remunerada de manera poco equitativa, largas jornadas diarias y con descansos de solo 4 o 5 días al mes, llevaron la formación de un sindicato de empleados de las estaciones ferroviarias, los llamados carga maletas, despertaron en las nuevas generaciones el deseo de no repetir las historias de sus padres, pues los hombres se ocupaban en las empresas siderúrgicas y los trenes, por su parte las mujeres se dedicaban a trabajar para otros en las tareas domésticas, siendo sus hijos dejados en guarderías del barrio.
Uno de esos portamaletas llamado Daniel, en cierto momento tuvo una conversación con uno de sus hijos llamado Oscar, este le dijo, que jamás él sería un portamaletas, que el haría algo diferente de su vida y lo que haría era tocar el piano, hablamos de Oscar Peterson (15 de agosto de 1925 en Montreal- 23 de diciemre de 2007 en Missisuaga Ontario), uno de los más influyentes pianistas del Jazz, nacido en el sector de la “Petite Bourgogne”. Un prodigio fruto de una familia musical, quien comienza su carrera bajo la dirección de su padre quien a pesar de tener una exigente rutina de trabajo en la estación del tren como carga maletas, dirigía con sus hijos una agrupación musical que se presentaba en las iglesias del sector. Se inició en la trompeta a los cinco años pero luego se decidió por el piano teniendo en su hermana mayor Daisy una profesora y quien más tarde sería reconocida en el ambiente de la comunidad negra montrealés como una gran profesora de piano, también su hermano Chuck se convertiría en un trompetista reconocido, incluyendo a su hermana May, quien sería la encargada de administrar la carrera de Oscar Peterson, mucho más tarde. Fue así como su familia dio el salto a otro tipo de ambientes laborales distintos a la siderúrgica y la estación de trenes.
Oscar Peterson tuvo en su hermana Daisy su primera formación musical como ya los dijimos pero más tarde en su adolescencia recibiría clases de maestros de formación clásica como Louis Hooper antiguo pianista de rag time en Nueva York y Paul de Marky pianista concertista, adicionalmente formado en el conservatorio de música de Montreal.
Su carrera toma rumbo cuando a los 14 años de edad gana un concurso de música de un reconocido personaje de la radio montrealés y gana $250 dólares que le permiten continuar su formación y gracias a ese triunfo ingresa al mundo de la radio haciendo programas musicales de Jazz, logrando reconocimiento por su técnica, velocidad y virtuosismo en las escena local. Peterson se sintió influenciado por los pianistas Nat King Cole y Ted Wilson, pero sobre todo por su ídolo Art Tatum. Su carrera musical toma un camino hacia los Estados Unidos a través de Jimmie Lucenford y Count Basie, aunque sus padres consideran que es muy joven para dejar sus estudios, regresa nuevamente a Montreal donde integra la agrupación de Johny Holmes, Peterson dejas sus estudios y les dice a sus padres que lo hace no solo para ser un pianista más sino para convertirse en el mejor.
De 1945 a 1949 realiza sus grabaciones con la RCA, donde plasma su gran gusto por el Boogie-boogie y luego por el be-bop. En 1949 gracias a la gestión del empresario Norman Granz, propietario del sello Verve, Peterson comienza su gira con “El Jazz y la Filarmónica”, entre 1950 y 1952, arraigándose en el publico estadounidense, convirtiéndolo en uno de los sonidos e imágenes del Jazz más reconocidos en ese país en las décadas del cincuenta y sesenta, a la vez forma un trio que se considera la mejor formación por su acople y rítmica, esto de acuerdo a la crítica de la época y a la revista “DownBeat”, el trio PIANO-CONTRABAJO-GUITARRA (Peterson, Ray Brown contrabajista y el guitarrista Herb Ellis). Peterson enarbola la bandera de la lucha por la igualdad racial, por la virtuosa colaboración musical con otros artistas, por el trabajo profundo en la producción musical del Jazz, llamado el “bombardero marrón del boogie-boogie”, “el pianista de las cuatro manos”, “el marajá del teclado”, quien le abriría campo a los músicos de su generación formados en principio por los conocimientos de su hermana Daisy, nos referimos a Oliver Jones, Joe Sealy y Reg Wilson, quienes extenderían esta explosión musical del jazz canadiense nacido en el barrio de la “Pequeña Borgoña” como lo diríamos en español.
El gran aporte de Peterson al Jazz, fue su estilo relevante, rápido, ágil, preciso, el mismo que fascino al público de los Estados Unidos por dos años en una gira que sirvió para popularizar el género por todo ese país. Con reconocimientos musicales en su trayectoria como el premio Juno en Canadá o los ocho premios Grammy en Estados Unidos, destacaron su producción con más de doscientos álbumes grabados para otros artistas como Ella Fitzgerald, Dizzy Gillespie, Billie Holiday y Louis Armstrong.
Oscar Peterson revindica el valor de su cultura negra, del hijo del inmigrante, del estudioso musical, del hombre del barrio de la gran urbe, del líder de una generación que deseaba romper con un sistema de explotación laboral de su tiempo.
Esta era una gran influencia para una ciudad que amaba el Jazz, que se convirtió en un punto de visita de giras y eventos de músicos que desembocó posteriormente en la necesidad de reunir todas esas presentaciones en un solo evento anual, en mostrar al mundo el interés y la cultura existente por más de cincuenta años en dicha urbe. Fue así como en 1979 dos visionarios nacidos en Montreal, Alain Simard y André Ménard quienes en 1979 organizaron un primer festival de Jazz, pero no fue concretado por motivos económicos. Solo hasta 1980 fue realizada su primera edición con el deseo de crear una organización sin ánimo de lucro. Sin más preámbulos el festival de artes de mayor importancia de Canadá, uno de los eventos de Jazz de mayor relevancia en lo que a festivales se refiere, treinta y siete años continuos de conciertos gratuitos y pagos, fruto de la tradición circundante en teatros, bares y pequeños festivales regionales. Hoy por hoy el centro fundamental de la cultural del Jazz a nivel mundial en el verano del hemisferio norte.
4. Y hay que concluir.
• La Pequeña Borgoña, es el punto de encuentro anglófono de los pueblos negros del Caribe y venidos de los Estados Unidos luego del capítulo de esclavitud, que descubrieron un espacio económico para comenzar sus vidas.
• La liberalidad causada por la “No” prohibición de licor en la ciudad de Montreal en Quebec, Canadá, trajo consigo una población económicamente fuerte proveniente del norte de Estados Unidos, que seguía una oferta de sitios nocturnos con música en vivo, una oferta gastronómica elegante y a su vez permitió que los locales desarrollaran un negocio entorno a la cultura del Jazz, por medio de los músicos nacidos en esa ciudad tales como Oscar Peterson, Oliver Jones, Joe Sealy y Reg Wilson y las estrellas que llegaron a realizar sus presentaciones allí.
• El nacimiento y formación de una generación de músicos oriundos del barrio “La Petite Borgogne” permitió extender la tradición jazzística de los años cuarenta y cincuenta por todo Norteamérica, con giras y agrupaciones que integraron los músicos nacidos allí. La música permitió romper con el sistema de explotación laboral establecida en este tiempo, pues muchas familias se vincularon a los negocios relacionados con el espectáculo y la oferta gastronómica.
• El Festival Internacional de Jazz de Montreal, nace como respuesta a años de tradición en presentaciones y espectáculos en esa ciudad, como una oportunidad de trascender y establecer un punto obligado dentro de la cultura de Jazz mundial, centrando en unas fechas todo el valor que esa música representa para la cultura de esa ciudad y claro que si para un país entero.
Bibliografía y fuentes:
http://encyclopediecanadienne.ca/fr/article/oscar-peterson/
https://mesquartiers.wordpress.com/2015/05/10/la-petite-bourgogne/
http://archivesdemontreal.com/2014/12/18/les-quartiers-disparus-de-montreal-la-petite-bourgogne-1965-1967/
http://ville.montreal.qc.ca/portal/page?_pageid=7757,85323580&_dad=portal&_schema=PORTAL
1. La Pregunta.
¿Por qué existe un gran gusto por el Jazz en Montreal? ¿Por qué existe una gran influencia musical de la población negra en esta ciudad? ¿Fue el Festival de Jazz de Montreal una estela de una tradición musical existente?
2. El encuentro con el interrogante.
El primer encuentro fue escuchar de Oliver Jones, músico, pianistas montrealés de Jazz, en un archivo sonoro de una entrevista en la sede del Festival de Jazz de Montreal en el número 400 del bulevar Maissonneuve Oeste, en pleno corazón artístico de la urbe quebequense, una declaración donde Jones afirma y explica la importancia del sector de “ La Petite Bourgogne” (que mantendremos entre comillas durante el siguiente escrito) y como se convirtió en un pequeño barrió plagado de estrellas del Jazz.
Luego la búsqueda del suburbio en el mapa de la ciudad y la correspondiente estación del metro, la llamada “George Vanier”, en la línea naranja, nombre de un reconocido político local y gobernador de Canadá, este apéndice histórico nos aproxima a un sector que se conoce en francés como “La Petite Bourgogne”, en inglés “The Little Burgundy”, traducido al español como “Pequeña borgoña” en honor a la región francesa del este de ese país y caracterizada por su riqueza vinícola. Este es nuestro entorno geográfico de una zona más parecida a un barrio que a una región. El primer objetivo luego al salir de esta estación es buscar el “Le negro comunity center”, un centro comunal exclusivo para la población negra de este sector, en este edificio se apoyó a la población menos favorecida en especial en los aspectos educativos de la población adulta y donde se permitían las expresiones culturales de los jóvenes y su respectivo seguimiento e integración a la sociedad. Este centro ejerció una acción social sin duda, una respuesta a las comunidades afrodescendientes de esclavos traídos de África enraizados en Montreal, en los siglos XVII y XVIII y de la población afro que también llego de Estados Unidos y las Antillas, al final del esclavismo, todos ellos con un elemento en común, el idioma inglés.
Originalmente el centro se estableció en una iglesia Metodista llamada “West End”, un espacio de encuentro no solo religioso, sino como ya lo mencionamos social. Pero este centro comunitario fue una herramienta para respaldar a la creciente población obrera que integraba el sector. En esta zona desde la construcción de un canal alterno al rio Saint-Laurent (San Lorenzo), el llamado canal Lachine, este permitió la instalación de diversas empresas de la industria pesada del hierro como la Canadien Pacifique y la Steel Company of Canada (Stelco), que permitía entrar y salir en sus grandes embarcaciones y atrajeron una amplia población obrera que fijo allí, entre edificios de apartamentos y comercios populares una tradición angloparlante que permitió conocer este sector como el “Harlem del norte”, en referencia a estas tradiciones y al barrio de Nueva York.
A partir de la creación de una gran estación de trenes que servía como punto de entrada a Canadá desde la costa del Atlántico de Estados Unidos, nos referimos a “Gare Windsor” y “Buenaventure”, estos puertos férreos, se convirtieron en referentes para el ingreso de una población adinerada blanca, que recurría a una clase obrera de portamaletas que en su totalidad eran negros que realizaban las labores de ayudar a bajar y a subir los pasajeros, a cargar y descargar maletas, barrer y asear baños y pasillos de las estaciones y debían hacer el aseo de los vagones del tren, esto los llevaba a tener jornadas de hasta veintiún horas obligándolos a dormir en los vagones unas escasas horas. Esto ayudo a consolidar una de las más fuertes asociaciones sindicales de Canadá, el sindicato de portamaletas, el cual fue respaldado por muchos de los usuarios del tren que en su mayoría eran blancos influyentes, abogados y médicos adinerados.
El flujo de pasajeros fue extenso, la gran mayoría proveniente de los Estados Unidos, todos con dinero y ávidos por consumir alcohol y diversión continúa. El mayor factor político y cultural fue la promulgación de la ley Volstead o comúnmente llamada la “Prohibición”, vigente entre el 17 de enero de 1920 y el 5 de diciembre de 1933, en el territorio de Estados Unidos y no así en Canadá. Esta acción política cerró las puertas a la legalidad y al consumo del alcohol y lo transformó en un acto subterráneo, que transfiguró el entorno de la ciudad de Montreal en un espectro de diversión legal, con alcohol, casinos y con expresiones musicales amplias entre ellas el Jazz de moda y otros aspectos que la vida nocturna conlleva.
Condensando esta primera parte, existen tres aspectos para tener presente para que se crease en “La Petite Bourgogne”, el corazón de la cultura jazzística de Montreal:
La población negra venida del Caribe en busca de oportunidades y de los Estados Unidos, luego del proceso de finalización de la esclavitud, aunque antes de este suceso la libre movilidad de la población negra no esclava hacia presencia ya en esta región entorno a la inclusión y diversidad cultural canadiense.
La ciudad de Montreal como puerto importante de desarrollo industrial y como puerto ferroviario con sus operarios en todos los niveles y toda una clase social productiva ligada a la industria siderúrgica pesada. Un centro de desarrollo económico de toda Norteamérica.
La prohibición del alcohol en Estados Unidos entre 1920 y 1933 permitió que Montreal se posicionara como una urbe de vida nocturna activa, con ofertas de diversión, libertad de consumo de licor y variedad musical de alto nivel, ligada al estatus económico de los visitantes.
3. La rutina del visitante.
Los visitantes llegaban en lujosos vagones desde el norte de los Estados Unidos, los días viernes ávidos de diversión, lujo y claro que sí, variedad musical. Un fenómeno que permitió la presencia de grandes clubes en “La Petite Bourgogne” como resultado del liderazgo de emprendedores que combinaban la legalidad de los clubes con la ilegalidad del contrabando de whiskies y cerveza a Chicago, hecho este que les permitió tener un gran ingreso económico que luego se plasmaba en las ofertas musicales que expusieron en sus clubes. Un ejemplo fue el caribeño Rufus Rockhead, quien creo el “Rockhead Paradise”, en “La Petite Bourgogne”, generó un espacio de encuentro de inclusión, donde entorno a la riqueza circundante convirtió a Montreal en la capital de la vida nocturna, trayendo consigo a los músicos buscadores de nuevos mercados, el Jazz estaba en el aire y nutria los centros nocturnos, músicos de Nueva York, como Herb Johnson llegaban a vivir a Montreal, “The Tramp Band”, Louis Metcalf trompetista y su “The International Jazz Band”, Skypper Dean cantante, el pianista Joey Sealy sin dejar por ningún momento a un lado la gira a los clubes nocturnos del sector por parte de Duke Ellington.
En esos momentos y nos referimos a la décadas del veinte al cuarenta, la clase obrera negra era remunerada de manera poco equitativa, largas jornadas diarias y con descansos de solo 4 o 5 días al mes, llevaron la formación de un sindicato de empleados de las estaciones ferroviarias, los llamados carga maletas, despertaron en las nuevas generaciones el deseo de no repetir las historias de sus padres, pues los hombres se ocupaban en las empresas siderúrgicas y los trenes, por su parte las mujeres se dedicaban a trabajar para otros en las tareas domésticas, siendo sus hijos dejados en guarderías del barrio.
Uno de esos portamaletas llamado Daniel, en cierto momento tuvo una conversación con uno de sus hijos llamado Oscar, este le dijo, que jamás él sería un portamaletas, que el haría algo diferente de su vida y lo que haría era tocar el piano, hablamos de Oscar Peterson (15 de agosto de 1925 en Montreal- 23 de diciemre de 2007 en Missisuaga Ontario), uno de los más influyentes pianistas del Jazz, nacido en el sector de la “Petite Bourgogne”. Un prodigio fruto de una familia musical, quien comienza su carrera bajo la dirección de su padre quien a pesar de tener una exigente rutina de trabajo en la estación del tren como carga maletas, dirigía con sus hijos una agrupación musical que se presentaba en las iglesias del sector. Se inició en la trompeta a los cinco años pero luego se decidió por el piano teniendo en su hermana mayor Daisy una profesora y quien más tarde sería reconocida en el ambiente de la comunidad negra montrealés como una gran profesora de piano, también su hermano Chuck se convertiría en un trompetista reconocido, incluyendo a su hermana May, quien sería la encargada de administrar la carrera de Oscar Peterson, mucho más tarde. Fue así como su familia dio el salto a otro tipo de ambientes laborales distintos a la siderúrgica y la estación de trenes.
Oscar Peterson tuvo en su hermana Daisy su primera formación musical como ya los dijimos pero más tarde en su adolescencia recibiría clases de maestros de formación clásica como Louis Hooper antiguo pianista de rag time en Nueva York y Paul de Marky pianista concertista, adicionalmente formado en el conservatorio de música de Montreal.
Su carrera toma rumbo cuando a los 14 años de edad gana un concurso de música de un reconocido personaje de la radio montrealés y gana $250 dólares que le permiten continuar su formación y gracias a ese triunfo ingresa al mundo de la radio haciendo programas musicales de Jazz, logrando reconocimiento por su técnica, velocidad y virtuosismo en las escena local. Peterson se sintió influenciado por los pianistas Nat King Cole y Ted Wilson, pero sobre todo por su ídolo Art Tatum. Su carrera musical toma un camino hacia los Estados Unidos a través de Jimmie Lucenford y Count Basie, aunque sus padres consideran que es muy joven para dejar sus estudios, regresa nuevamente a Montreal donde integra la agrupación de Johny Holmes, Peterson dejas sus estudios y les dice a sus padres que lo hace no solo para ser un pianista más sino para convertirse en el mejor.
De 1945 a 1949 realiza sus grabaciones con la RCA, donde plasma su gran gusto por el Boogie-boogie y luego por el be-bop. En 1949 gracias a la gestión del empresario Norman Granz, propietario del sello Verve, Peterson comienza su gira con “El Jazz y la Filarmónica”, entre 1950 y 1952, arraigándose en el publico estadounidense, convirtiéndolo en uno de los sonidos e imágenes del Jazz más reconocidos en ese país en las décadas del cincuenta y sesenta, a la vez forma un trio que se considera la mejor formación por su acople y rítmica, esto de acuerdo a la crítica de la época y a la revista “DownBeat”, el trio PIANO-CONTRABAJO-GUITARRA (Peterson, Ray Brown contrabajista y el guitarrista Herb Ellis). Peterson enarbola la bandera de la lucha por la igualdad racial, por la virtuosa colaboración musical con otros artistas, por el trabajo profundo en la producción musical del Jazz, llamado el “bombardero marrón del boogie-boogie”, “el pianista de las cuatro manos”, “el marajá del teclado”, quien le abriría campo a los músicos de su generación formados en principio por los conocimientos de su hermana Daisy, nos referimos a Oliver Jones, Joe Sealy y Reg Wilson, quienes extenderían esta explosión musical del jazz canadiense nacido en el barrio de la “Pequeña Borgoña” como lo diríamos en español.
El gran aporte de Peterson al Jazz, fue su estilo relevante, rápido, ágil, preciso, el mismo que fascino al público de los Estados Unidos por dos años en una gira que sirvió para popularizar el género por todo ese país. Con reconocimientos musicales en su trayectoria como el premio Juno en Canadá o los ocho premios Grammy en Estados Unidos, destacaron su producción con más de doscientos álbumes grabados para otros artistas como Ella Fitzgerald, Dizzy Gillespie, Billie Holiday y Louis Armstrong.
Oscar Peterson revindica el valor de su cultura negra, del hijo del inmigrante, del estudioso musical, del hombre del barrio de la gran urbe, del líder de una generación que deseaba romper con un sistema de explotación laboral de su tiempo.
Esta era una gran influencia para una ciudad que amaba el Jazz, que se convirtió en un punto de visita de giras y eventos de músicos que desembocó posteriormente en la necesidad de reunir todas esas presentaciones en un solo evento anual, en mostrar al mundo el interés y la cultura existente por más de cincuenta años en dicha urbe. Fue así como en 1979 dos visionarios nacidos en Montreal, Alain Simard y André Ménard quienes en 1979 organizaron un primer festival de Jazz, pero no fue concretado por motivos económicos. Solo hasta 1980 fue realizada su primera edición con el deseo de crear una organización sin ánimo de lucro. Sin más preámbulos el festival de artes de mayor importancia de Canadá, uno de los eventos de Jazz de mayor relevancia en lo que a festivales se refiere, treinta y siete años continuos de conciertos gratuitos y pagos, fruto de la tradición circundante en teatros, bares y pequeños festivales regionales. Hoy por hoy el centro fundamental de la cultural del Jazz a nivel mundial en el verano del hemisferio norte.
4. Y hay que concluir.
• La Pequeña Borgoña, es el punto de encuentro anglófono de los pueblos negros del Caribe y venidos de los Estados Unidos luego del capítulo de esclavitud, que descubrieron un espacio económico para comenzar sus vidas.
• La liberalidad causada por la “No” prohibición de licor en la ciudad de Montreal en Quebec, Canadá, trajo consigo una población económicamente fuerte proveniente del norte de Estados Unidos, que seguía una oferta de sitios nocturnos con música en vivo, una oferta gastronómica elegante y a su vez permitió que los locales desarrollaran un negocio entorno a la cultura del Jazz, por medio de los músicos nacidos en esa ciudad tales como Oscar Peterson, Oliver Jones, Joe Sealy y Reg Wilson y las estrellas que llegaron a realizar sus presentaciones allí.
• El nacimiento y formación de una generación de músicos oriundos del barrio “La Petite Borgogne” permitió extender la tradición jazzística de los años cuarenta y cincuenta por todo Norteamérica, con giras y agrupaciones que integraron los músicos nacidos allí. La música permitió romper con el sistema de explotación laboral establecida en este tiempo, pues muchas familias se vincularon a los negocios relacionados con el espectáculo y la oferta gastronómica.
• El Festival Internacional de Jazz de Montreal, nace como respuesta a años de tradición en presentaciones y espectáculos en esa ciudad, como una oportunidad de trascender y establecer un punto obligado dentro de la cultura de Jazz mundial, centrando en unas fechas todo el valor que esa música representa para la cultura de esa ciudad y claro que si para un país entero.
Bibliografía y fuentes:
http://encyclopediecanadienne.ca/fr/article/oscar-peterson/
https://mesquartiers.wordpress.com/2015/05/10/la-petite-bourgogne/
http://archivesdemontreal.com/2014/12/18/les-quartiers-disparus-de-montreal-la-petite-bourgogne-1965-1967/
http://ville.montreal.qc.ca/portal/page?_pageid=7757,85323580&_dad=portal&_schema=PORTAL
jueves, 24 de agosto de 2017
Indestructible la nueva version o la velocidad con que se propaga un comentario.
Una versión es una interpretación libre de acuerdo al criterio del autor, que versiona un tema o una obra original. “Indestructible” de Pablo Campos y Danie Ibañez, reyes “youtubers” a quienes les hacemos un fabuloso favor con esta discusión, son el centro de atención de la comunidad salsera en las redes sociales.
¿Que si está bien hecho el tema? Si, si lo mira desde el punto de vista de la clave, de la rítmica, del arreglo, del sonido, con sus respectivos puntos de vista. A mí no me gusta, porque no supera la grandeza del original, pero la intolerancia es el primer paso del radicalismo y juzgar sin conocer nos acerca al fundamentalismo, tan en boga en esta era de la información.
Que hubiese dicho Miguel Cuní y Félix Chapotin con la versión de "Prende el fogón" que hiciese la Sonora Ponceña o Arsenio Rodríguez con el desparpajo que tuvo Larry Harlow en sus arreglos o que reacción tendría Jhon Lennon y Paul Mcarthney de las versiones de Celia Cruz y sus amigos en el tributo de la Fania a los Beatles o Sade sobre la versión en Jazz Latino de “Smooth operator” de Mongo Santamaría, o bien sas versiones de los clásicos salseros de cuanta orquesta europea que aparece por ahí y que algunos ensalzan de manera efusiva, usted escoge, todos los artistas tienen malos días también, infortunados arreglos o decisiones musicales inadecuadas, esta es una versión más y es un deber no tragarse todos los desaciertos musicales así vengan de su más grande artista preferido, eso se llama honestidad.
Los invito a visitar la página oficial de la Fania, donde encontraran otra cantidad de temas versionados para que confronte lo que está haciendo este sello musical. Si no lo ha percibido la Fania desapareció hace unos años, como desapareció el estilo salsero que los caracterizó, ¿Por qué? Por qué la música evoluciona, los tiempos cambiaron, ya no se graba en cinta magnetofónica que fue el gran secreto del sonido de la Salsa, ya no se graba la orquesta en vivo en una, dos o tres tomas, ahora se hace por segmentos y por qué todo pasa por un programa de ordenador o computador que le modifica la voz al cantante, hace brillar las trompetas y crea repeticiones o “Loops” con la percusión y si no lo ha notado ya casi no se vende música real, es decir, LP, vinilo o disco compacto.
Fania tiene que sobrevivir, por eso encuentra una división de esa empresa encargada de promocionar solo DJ´S, Armada Fania se llama y presenta a otros músicos de nuevos géneros, porque la inteligencia está en adaptarse a los cambios y no solo es una frase fría de “coaching”.
Nada superara aun el original de indestructible, aun el mismo Ray Barreto lo versiono en su “50” aniversario, grabándola en vivo, en fin, cuenten ustedes las versiones. La Salsa tiene que sobrevivir pensando en alimentarse de nuevas corrientes, son muchas las que se acercan, la alimentan y otras la desgastan, esta es una más, sino esa situación la llevara a desaparecer lentamente.
Usted amigo lector fue afortunado por conocer esos genios creativos que formaron la estructura clásica de la Salsa y que hoy le permiten comparar, por fortuna con la música que se hace en el siglo veintiuno.
Si no les gusta no la oiga y comparta su incomodidad, con argumentos eso sí, así como
lo hice con los álbumes de Cigala en Salsa y Marc Anthony y aquí sigo con sangre nueva indestructible.
Y les dejo el video para los que no lo han visto: https://youtu.be/YifGe-wRgv4
¿Que si está bien hecho el tema? Si, si lo mira desde el punto de vista de la clave, de la rítmica, del arreglo, del sonido, con sus respectivos puntos de vista. A mí no me gusta, porque no supera la grandeza del original, pero la intolerancia es el primer paso del radicalismo y juzgar sin conocer nos acerca al fundamentalismo, tan en boga en esta era de la información.
Que hubiese dicho Miguel Cuní y Félix Chapotin con la versión de "Prende el fogón" que hiciese la Sonora Ponceña o Arsenio Rodríguez con el desparpajo que tuvo Larry Harlow en sus arreglos o que reacción tendría Jhon Lennon y Paul Mcarthney de las versiones de Celia Cruz y sus amigos en el tributo de la Fania a los Beatles o Sade sobre la versión en Jazz Latino de “Smooth operator” de Mongo Santamaría, o bien sas versiones de los clásicos salseros de cuanta orquesta europea que aparece por ahí y que algunos ensalzan de manera efusiva, usted escoge, todos los artistas tienen malos días también, infortunados arreglos o decisiones musicales inadecuadas, esta es una versión más y es un deber no tragarse todos los desaciertos musicales así vengan de su más grande artista preferido, eso se llama honestidad.
Los invito a visitar la página oficial de la Fania, donde encontraran otra cantidad de temas versionados para que confronte lo que está haciendo este sello musical. Si no lo ha percibido la Fania desapareció hace unos años, como desapareció el estilo salsero que los caracterizó, ¿Por qué? Por qué la música evoluciona, los tiempos cambiaron, ya no se graba en cinta magnetofónica que fue el gran secreto del sonido de la Salsa, ya no se graba la orquesta en vivo en una, dos o tres tomas, ahora se hace por segmentos y por qué todo pasa por un programa de ordenador o computador que le modifica la voz al cantante, hace brillar las trompetas y crea repeticiones o “Loops” con la percusión y si no lo ha notado ya casi no se vende música real, es decir, LP, vinilo o disco compacto.
Fania tiene que sobrevivir, por eso encuentra una división de esa empresa encargada de promocionar solo DJ´S, Armada Fania se llama y presenta a otros músicos de nuevos géneros, porque la inteligencia está en adaptarse a los cambios y no solo es una frase fría de “coaching”.
Nada superara aun el original de indestructible, aun el mismo Ray Barreto lo versiono en su “50” aniversario, grabándola en vivo, en fin, cuenten ustedes las versiones. La Salsa tiene que sobrevivir pensando en alimentarse de nuevas corrientes, son muchas las que se acercan, la alimentan y otras la desgastan, esta es una más, sino esa situación la llevara a desaparecer lentamente.
Usted amigo lector fue afortunado por conocer esos genios creativos que formaron la estructura clásica de la Salsa y que hoy le permiten comparar, por fortuna con la música que se hace en el siglo veintiuno.
Si no les gusta no la oiga y comparta su incomodidad, con argumentos eso sí, así como
lo hice con los álbumes de Cigala en Salsa y Marc Anthony y aquí sigo con sangre nueva indestructible.
Y les dejo el video para los que no lo han visto: https://youtu.be/YifGe-wRgv4
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